Éste nuevo método de entrenamiento consigue que, con el uso de la tecnología EMS combinado con ejercicios específicos, podamos estimular una mayor cantidad de fibras musculares a través de los impulsos eléctricos que, a diferencia de los modelos tradicionales, se puede aplicar a nuestra rutina de entrenamiento funcional de entrenamiento integral.
La base de este método es que la EMS nos permite inducir a los grupos musculares más importantes al trabajo pasivo independientemente de las cargas externas que apliquemos.
Esto no quiere decir que prescindamos de esas cargas externas sino todo lo contrario, es decir, que las vamos a aprovechar controlando su intensidad para que el estímulo sea más eficiente a través de la EMS.
Los principales beneficios que se han demostrado son los siguientes:
- Capacidad de mayor carga de trabajo muscular sin necesidad de aplicar grandes cargas a las articulaciones con grandes pesos, lo que nos permite evitar el riesgo de lesión.
- Evitar impactos con pacientes con patologías articulares.
- Mejora el biofeedback a través de contracciones musculares en músculos que se habían atrofiado y perdido su control motor.
- Mayor capacidad de reclutamiento motor que el que produciríamos voluntariamente.
- Mejora de hasta un 500% del riego sanguíneo en zonas determinadas (mayor vascularizacion y aporte de nutrientes y oxígeno), lo que produce un mayor rango de resistencia a la fatiga.
Al igual que cualquier otra tecnología aplicada al rendimiento humano, debe ser controlada y monitorizadla por técnicos especialistas en ejercicio físico y salud, así como más específicamente en electroestimulación y manejo del software y sus variables como son:
- Frecuencia
- Intensidad
- Tiempo de ejercicio.
- Tiempo de descanso y contracción.
- Ramping.
Antes de analizar en profundidad las ventajas que nos aporta el uso de la EMS concretamente, es importante mencionar que esta tecnología viene siendo utilizada en otras terapias como la fisioterapia con el mismo tipo de corriente: Onda bifásica, rectangular, simétrica y compensada. Los beneficios son similares a los probados anteriormente con las otras técnicas de aplicación, sin embargo, esta nueva disciplina combina todos durante un solo entrenamiento. Podemos resumir esos beneficios en los siguientes puntos:
- Ergonomía y libertad de movimiento que nos permite desarrollar cualquier tipo de ejercicio y entrenamiento funcional.
- Precisión en la aplicación del impulso y seguridad anti caídas para los electrodos.
- Incremento del gasto calórico por la aplicación simultánea de tantas contracciones en grupos musculares diferentes.
- Capacidad de regulación de la intensidad o la activación en diferentes zonas. De tal manera que podremos desconectar una zona si no nos interesa trabajar en ella o monitorizar los parámetros para las que deseemos activar. Con lo cual conseguiremos maximizar los niveles de hipertrofia en las zonas que nos resulte más beneficioso en nuestro caso.
Actualmente se están llevando a cabo numerosos estudios con la finalidad de seguir demostrando científicamente cuánta carga específica consigue el chaleco implementar al ejercicio, así como el desgaste muscular que podría generar.
Desde luego es factible afirmar que este modelo de entrenamiento va a dar mucho que hablar en los próximos años ya que muchos atletas y preparadores físicos están demostrando su fácil adaptación al alto rendimiento con enormes resultados.
En cualquier caso, queda un largo recorrido por delante para este tipo de entrenamiento cuyo futuro es prometedor.